lunes, 23 de enero de 2012

Compañeros de piso/Parte VI

Fascículo sexto: vete a estudiar a una biblioteca
Voy a contextualizar este fascículo.
El hecho que voy a describir dentro de unas 3 ó 4 líneas se desarrolla en la temida "Época de exámenes", todos sabemos el estado de las personas que tienen la "suerte" de estar en esta maravillosa época. En el piso estábamos Ana, Heidy, ÉL y yo.

El día estaba siendo relativamente bueno, Heidy, Ana y yo parecíamos almas que vagan por la casa, de los libros a la cocina, de la cocina a los libros y a ratos mini charla en el salón para despejarnos. Y su correspondiente café "de por la tarde", que era la excusa perfecta para salir de casa una media hora, airearnos de verdad, tomar un rico café(ahora ya no puedo...con lo bueno que está), ejercitar la sin hueso y que alguna fumara su cigarrillo postcafé, que según me han dicho café y cigarrillo van unidos de la mano, quien dice mano dice asa. Y ÉL, por supuesto, hibernando diurnamente, claro.
Normalmente, cuando se está en época de exámenes, la casa está es silencio relativo y todo el mundo(o casi todo) respeta ciertas normas que aunque no están escritas, se presuponen y más si todos los que comparten ese piso son estudiantes(o lo intentan ser).
Es de sobra conocido que por las noches, hay gente que sigue estudiando o que se acuesta para descansar y seguir estudiando por la mañana temprano...conocido por todos o casi todos...menos por ÉL...que raro, ¿no?
Serían las 22:30 o las 23:00 más o menos, y estábamos todas estudiando en las habitaciones, ÉL ya llevaba un rato despierto y haciendo el ruido de siempre, ya sabéis Darth Vader, arrastrando los pies...casi un titiritero...lo normal...pero eso no fue el problema.
Ana y yo escuchamos que Heidiy llamaba a la puerta de la habitación de ÉL, y que empezaba una especie de discusión, nos pareció bastante raro ya que Heidy es bastante calmada y tranquila...algo pasaba, así que salimos de nuestras habitaciones y fuimos a ver que ocurría.
Nos dirigimos hacía las habitaciones de ÉL y de Heidy y nos enteramos de lo que ocurría...resulta que Heidy estaba tratando de estudiar porque tenía un examen al día siguiente y a ÉL, no se le ocurrió otra cosa que ponerse a tocar el piano a las once de la noche(no os he contado que era un músico en potencia...no tenía suficiente con el ruido que hacía de normal no). Las habitaciones estaban pegadas y las paredes aunque no fuesen de papel lo parecían. Era un piano electrónico, de los que llevan cascos, pero aún así se escuchaba muy fuerte el aporrear de las teclas(he dicho que era un músico en potencia...aporreaba, no tocaba).
Heidy le pedía que por favor dejara de tocar el piano que no podía estudiar y ÉL le dijo que si no podía estudiar se fuera a una biblioteca que en estas épocas abren 24 horas...
No le dio tiempo a terminar la frase porque allí estábamos las rottweiler navarras...que fácil es aprovecharse de una persona que acaba de llegar al país y que no conoce bien el idioma...pusimos a ÉL en su sitio.
¿Qué se pensaba el tío?, estamos pagando un alquiler para irnos a las once de la noche a estudiar a una biblioteca sin necesidad porque al niño se le pone en la nariz tocar el piano a esas horas...imaginad lo que pasó...sí, habéis acertado. Después de la discusión dejó de tocar el piano...¿qué será la próxima vez?
Sheila(Six)

2 comentarios:

Gonzalo dijo...

Muy buena la historia jejeje por lo menos conseguisteis algo jejeje que dejara de tocar para que heidy estudiara jejeje pero aprovó o no?

Andrea dijo...

algo consiguieron si, pero ese tío es un plasta por Dios!! jeje