martes, 17 de enero de 2012

Compañeros de piso/Parte III

Fascículo tercero: La limpieza del piso
Supongo que en todos, bueno, casi todos, los pisos compartidos hay un planing de limpieza. Imagino que toda persona que viva en el piso debe cumplirlo, en teoría.
Hablando con más gente que vive en pisos compartidos, el tema de la limpieza del piso, suele acarrear bastantes problemas. Se suelen olvidar turnos, se limpia mal porque no se sabe limpiar o supuestamente no se sabe, se pasa de limpiar...mil escusas.
El hecho de que alguien no sepa limpiar, bueno, todo es cuestión de aprender, algún compañero de piso puede ayudar/enseñar a otro en un momento dado. No todos hemos nacido enseñados.
Que se olviden los turnos...normalmente hay un papel en un sitio de la casa, en ese papel están los turnos...a no ser que no se sepa leer, es complicado que se te olviden. Si no existe un papel o algo que indique los turnos, puede que se te pueda pasar tu turno...pero vaya, no es creíble.
Y para mi, una de las escusas que más rabia me puede dar, que alguien pase de limpiar...a mi personalmente, como tenga esa persona su habitación me da bastante igual, como si quiere estar nadando en la mierda, pero el piso, lo que son las zonas comunes, eso tiene que estar, no ya impoluto, tanto no pido, por lo menos decente. Donde las bacterias no pasen a ser un compañero de piso más, yo ya tengo bastante con las colonias de vida microscópica de la cocina.
Hace poco he tenido una compañera de piso que la pobre tenía demencia a los 20 años, no sabía en que día vivía y claro, se le olvidaba que tenía que limpiar el piso, poner bote...vamos una pena...menos mal que yo, por circunstancias de la vida, no he coincidido con ella más que 2 semanas, en las que crucé un "hola" y un "hasta luego" que fue lo que dijo el día que se fue. Yo lo achaco todo a la demencia...no creo que fuera porque tuviera mucha jeta...me centraré en ÉL, que ya tengo bastante con sus hazañas.
ÉL entraba, en un principio, dentro de la categoría "no tengo ni idea de limpiar". Era del todo cierto. Aquí entra en juego la generosidad alemana, Heidy fue la encargada, voluntariamente sin coacción de ningún tipo, de enseñar a ÉL a limpiar el piso. Además pensamos que como era Heidy la maestra, estaría más motivado para aprender.
Nuestro planing era que cada persona limpiaba el piso una semana, así no teníamos que estar limpiando todas las semanas. Limpiabas una y tenías tres de descanso. En el piso había que limpiar, el baño, el pasillo, el salón y la cocina. La verdad es que no costaba nada limpiar el piso, se hacía rápido, y como he dicho antes, no pedíamos una pulcritud extrema, sino, algo decente...
Heidy con toda su paciencia y entrega absoluta, enseñó a limpiar a ÉL, en teoría.
Digo en teoría porque cada vez que "supuestamente" limpiaba, no se veía el cambio por ningún lado, todo estaba igual de sucio o peor, es lo que suele pasar cuando mueves la mierda de un lado a otro.
Una vez superada la categoría, "no se limpiar", ÉL comenzó a entrar en la categoría "no sabía que me tocaba limpiar esta semana", esto ya me preocupaba más, una cosa es enseñar a limpiar, otra enseñar a leer un cuadrante, que hasta los niños de 2 años sabrían interpretar.
Al final, ya pasó de limpiar. Pasó tanto que hasta dejó de venir al piso.
Normalmente hay productos determinados para limpiar cada zona. La cocina la limpiaba pasando la bayeta, si acaso, y si se acordaba echaba desengrasante y si se le ocurría abrir el microondas y ver que estaba sucio, porque al usarlo se mancha(lección 1), lo "limpiaba". Si había algún chorretón en la nevera, lavadora, puerta de algún armario...era invisible para ÉL, parecía que tuviera un poder sobrenatural de convertir las manchas en invisibles, pero claro, no alcanzaba el nivel de ningún superhéroe, sólo se volvían invisibles a sus ojos.
Pasamos al salón, había que limpiar cuatro tonterías. Los productos que solíamos usar es el spray para quitar el polvo con su gamuza correspondiente, y si había que pasar la bayeta a las mesas, se hacía. Luego barrer, fregar...vamos, lo típico. ÉL acababa pronto de limpiar, barría el suelo y si se acordaba de fregar tocaban las campanas de la Iglesia más cercana. ¿Limpiar el polvo? ¿Qué es eso?...la tele no es en blanco y negro, cuando te parezca bien ya nos devolverás el color a nuestras vidas, sólo es cuestión de pasar el trapo de quitar el polvo, gracias.
¡Ah!, aclarar que el suelo de todas las habitaciones del piso eran de baldosas, lo que hace que la limpieza sea más fácil si cabe aún. Imaginaros si hubiésemos tenido parquet...un caos.
El pasillo, barrer y fregar y listo, no había cuadros ni nada especial que limpiar. Bueno, como he dicho con el salón, barrer sí, pero fregar...si a ÉL le apetecía.
El baño...lo limpiaba con unas toallitas, sí, con unas toallitas. Pero realmente no limpiaban.
Así que el piso estaba igual que si no hubiera limpiado. Pobre Heidy, perdió el tiempo.
Cuando Heidy se fue, ya acabo su erasmus, vino al piso un chico Lionel(no es Messi), más adelante os contaré el complot que estuvo preparando ÉL.
ÉL, le dijo que no echará fregasuelos al agua para fregar, que no le gustaba el olor...claro, ahora lo entendemos todo...no le gustaba el olor...a limpio. Más tarde lo entenderéis.
Sheila(Six)

3 comentarios:

Hornero dijo...

Queremos mas entregas, queremos mas entregas.... Oooootra, oooootra, oooootra, oooootra. Saludos, six. A ver si escribes algún libro.

maite dijo...

Guapita, me encanta tu blog, todos los artículos.
Me encanta Compañeros de pido I,II Y III.
Estoy deseando leer un IV, V, VI………………. Je je.
Me vienen tantos recuerdos a la cabeza , me encantaría que
relatases nuestro ritual, de sacar la ropa de la lavadora y meterla en su habitación.

Andrea dijo...

jajaj no te has propuesto escribir un libro o algo con todo esto??? jajaj te forrarías!! jeje un besico