lunes, 16 de enero de 2012

Azul celeste

Salí de casa dando un portazo, sin mirar atrás, bajé las escaleras lo más rápido que pude. Recorrí todas las calles de la ciudad gritando tu nombre, pero no contestabas, te busqué en lugares de lo más insospechados anhelando tu abrazo, tu calor, fue inútil pues no te encontré.
Sequé mis lágrimas con el pañuelo de tela azul celeste que un día, no muy lejano, me diste. Esa vez también lloraba, pero era de alegría.
Cuando paré de deambular y gritar tu nombre, miré a mi alrededor y nadie me veía, nadie me oía. En cambio, yo a ellos sí, a todos menos a ti.
Fui a cruzar la calle, mirando las huellas que dejaban mis lágrimas al caer al suelo, mis pies descalzos sucios y magullados de tanto caminar por el asfalto. De repente una luz cegadora me invadió y recibí el impacto del frío y duro metal.
Me desperté sobresaltada y te zarandeé, los dos fuimos cómplices de mi pesadilla. "Vuelve a dormir, todo está bien". El pañuelo azul celeste sigue en la mesilla.
Sheila(Six)

2 comentarios:

Andrea dijo...

guauu!! que bonito Sheilaa!! me encanta! a ver cuando escribes más historietas, que me gusta mucho tu blog guapa!! besicos

malkotxu dijo...

¡Qué bueno! ¡Qué bueno!
Me encanta, en serio, ni se te ocurra dejar de escribir... es más, SIGUEEEEEE!!!
Un besico,
miren.