miércoles, 29 de febrero de 2012

Cita a ciegas/Parte II

Llegué como pude a la plaza que estaba al lado del bar y con pañuelos, medio arreglé el crimen, “mi cita” no tardaría en llegar...pasé de estar nerviosa a dolorida.
Transcurrieron unos minutos y ahí estaba él...si de normal soy blanca nuclear, en ese momento me volví transparente...cuando lo vi bajar del autobús no encontré un escondite a tiempo y no pude echar a correr porque mis pies estaban muertos matados (malditos zapatos asesinos...eran bonitos...también murieron), era como Fito Cabrales(Fito y los Fitipaldis), pero sin su encanto...seguro que Fito me hubiera dado mucha conversación y tendría cosas interesante que contar o cantar...
Entramos en el bar, nos sentamos en una mesa para dos...(miré a mi alrededor y estaba rodeada de parejitas...busqué la salida de emergencia...no había), nos tomamos una unidad de consumición...y la tensión se cortaba con cuchillo, hasta con un folio o incluso un hilo...que mal...unos silencios que parecían años...intentaba sacar temas de conversación y se quedaban en eso, en intentos...hablando en plata...una mierda.
Ese día, y en menos de media hora que llevábamos de cita, bendije al inventor del móvil, ya que me salvó la vida dos veces.
Una, cuando a “casi Fito” le llegó un mensaje y se tuvo que ir...se disculpó y todo eso, muy caballero, aunque no hacía falta...si hubiera tenido una tela roja, le hago una alfombra tipo a la de los Oscars y le indico el camino para salir del bar...hubiera salido elegantemente también.
Y la otra, cuando llamé a Silvia desesperada, no por la cita, sino para que me trajera tiritas y algo para limpiarme la sangre y poder llegar a casa.
Cuando llegó Silvia, me dio la especie de botiquín improvisado y se tuvo que ir a trabajar, pero se fue con pequeñas pinceladas de la cita.
Me curé como pude y llegué a casa también como pude...pasé a mi habitación y entre los nervios que había tenido esos días, toda la ropa que había encima de la cama(pruebas de estilismo), el dolor de pies y el desastre de cita, me empezó a temblar el labio y me puse a llorar como una niña...me desahogué y me quedé como nueva.
A los días de la cita, recibí un mensaje de móvil de “casi Fito”, pero no le contesté...¿para qué?
Al tiempo lo volví a ver...eran Pilares y estando en un concierto en el Paseo Independencia pasó a dos metros de nosotros...y ya, no he vuelto a saber nada más de él.
Así que, citas a ciegas....en mi caso...una y no más....
Sheila(Six)

domingo, 26 de febrero de 2012

Cita a ciegas/Parte I

Si ya una cita vidente y evidente puede ser un caos, una cita a ciegas puede resultar un caos elevado a la enésima potencia y en algunos casos una real y auténtica insensatez...
Hace unos años, tuve mi propia experiencia con una cita a ciegas, fue horrorosa.
La sensación que tenía en ese bar con “mi cita” era muy rara, en mi mente sólo preguntas, ¿Qué hago aquí?¿Cómo he podido llegar a este bar?¿Habré sufrido enajenación mental transitoria...(ojala)? Voy a matar a Silvia(mi amiga)...
Estos son los efectos de una copa de más, unido a la poca luz del bar, el cual para ser un bar pijo debería gastar un pelín más en iluminación...no he vuelto a ir porque me dan copas caras y citas a ciegas para nada recomendables...,sumamos también la miopía de la menda lerenda y el único tema de conversación en común “Asturias, patria querida” y por lo visto el mal consejo de mi amiga...es un chico muy majo y muy guapo...en ese momento se me olvidó que también ella era miope y estaba en el mismo bar que yo. Pero claro, a tiempo vencido y con gafas, todo se ve más claro.
Resulta que nos dimos los teléfonos, y a los pocos días recibí un mensaje...¡Quería quedar conmigo!...bueno...yo no sabía qué hacer, no me acordaba realmente de él, sí de lo que hablamos...recurrí a mi amiga Silvia, la otra miope y me convenció para que quedase con él...maldita la hora...
En la vida había tenido una cita a ciegas, digo a ciegas porque no le ponía cara ni nada, vamos, sólo sabía que era de Asturias, pero si me hubiera cruzado con él por la calle, no le hubiese conocido. Los días previos a la cita estaba de los nervios, hablé con mucha gente para que me aconsejaran y contaran sus experiencias con citas a ciegas si es que las habían tenido, hasta que un día hablé con una persona de las más sabias que conozco...mi madre...sus palabras fueron “no vayas con ninguna expectativa y relájate”...después de la cita entendí que es uno de los mejores consejos que me han dado.
El día de la cita en cuestión estaba mi compañero de piso Hans en casa(sí, el erasmus de la saga Compañeros de piso), mientras me probaba toda la ropa que había en mi armario, incluso la olvidada en el fondo (esa que no te acuerdas ni que existe), lo tenía de consejero estílistico y psicológico...después de ponerme todos los modelitos posibles y dar con el adecuado me faltaban los zapatos...y allí estaban ellos... “Los zapatos asesinos” dato que descubrí antes de finalizar la cita. Hans me dio su bendición, no me hizo la señal de la santa cruz ni nada por el estilo como en las novelas de televisión, sino que me dijo que iba guapísima y estupendísima, así que no tenía nada de que preocuparme. Os lo creáis o no, salí de casa hinchada como un pavo real...
Me duró poco, cuando estaba a mitad de camino del bar en el que habíamos quedado, los bonitos, pero no por ello menos asesinos, zapatos empezaron a destrozarme los pies... no una simple rozadura... noooo, aquello parecía la matanza de Texas, tanto que la cita empezaba tiñéndose de rojo...
Sheila(Six)

domingo, 19 de febrero de 2012

¿Quién dijo que los pantalones bajos le quedan a todo el mundo bien?

A todos no nos queda todo bien, por lo menos en mi caso sucede así(aunque pocas cosas hay que se me resistan....mentira).
No me veréis nunca con una ensala
dera en la cabeza a lo Lady Gaga. La verdad es que no me favorece nada, mi estilista personal no me lo permite, los espejos me lo impiden y mi sentido común me lo prohíbe...pero en defensa de Lady Gaga(aunque no la necesite) diré que ¡Olé por ella! porque “The show must go on”, así es el mundo del espectáculo.
De momento Lady Gaga no me ha producido pesadillas, ni traumas en potencia que veremos en un futuro en que derivan...cosa que un técnico instalador de ADSL de la empresa de color azul y verde “la de Toda la vida”(encima no le voy a dar publicidad) sí ha hecho...
El señor técnico llegó al piso a poner la línea y el ADSL y todo parecía que iba bien, un hombre a punto de jubilarse, muy majo y trabajador...todo bueno, lo malo comenzó cuando se quitó el abrigo largo de la empresa y ahí estaban ellos....¡los malditos pantalones bajos! Reconozco que no me percaté de la situación que iba a acontecer...hasta que no se empezó a agachar, subir, agachar, subir, taladrar, agachar, grapar...no sabía hacía donde mirar...el lado oscuro quería absorberme...¡Qué horror!...fui corriendo hacía la ventana pero no me atreví a saltar...un tercero con principal impresiona bastante, así que me senté en el sofá e intenté ver la tele y sólo acercarme al señor cuando requiriera mi ayuda...
Le vi hasta el decimoquinto apellido y constaté que el hombre procede del mono y la verdad, no me gustó comprobarlo así.
Así que, yo no digo que no haya que llevar pantalones bajos, sino que hay personas que no saben, no deben...llevarlos y que sean bajos no implica que se queden a mitad de culo...vale, no digo en plan “supermoderno hortera de bolera” pantalón a mitad de culo y calzoncillo por encima, sino pantalón y calzoncillo(en este caso no era chica aunque también puede ser aplicable) a mitad de culo con lo que te sueles encontrar con una vista nada atractiva.
En fin, que cada uno haga lo que quiera y se vista como quiera, pero que me avisen para no mirar o para ponerme la ensaladera de sombrero y así poder crear mi propia atmósfera protectora. Gracias.
Sheila(Six)

viernes, 17 de febrero de 2012

Compañeros de piso/Parte XIV

Último fascículo: lo que se da no se quita Santa Rita Rita.
Habéis leído bien, aquí os dejo la última entrega de “Compañeros de Piso”. En el anterior fascículo os conté mi reencuentro con ÉL, pero no fui la única que tuvo esa suerte...también fue afortunado Lionel.
Todo parecía apuntar que iba a ser un día como cualquier otro, el sol brillaba, los pájaros cantaban, Lionel subía en el autobús urbano para ir a trabajar y de repente.... “shhhhhhhhshhhhhhhhhhhhhLioneelllll”....ahí estaba ÉL, nuestro Darth Vader particular en persona.
Lionel no tenía escapatoria, no le dio tiempo de preparar una escusa para no saludarle al estilo “soyfamosohabloporelmóvilnotengotiempoparati”, ni disimular como que no le había visto ni oído...esa “rata” (mata de pelo enmarañada a modo de coleta...que no ÉL) es reconocible a 100 kilómetro a la redonda y esa respiración....no se olvida fácilmente.
Empezaron una conversación cordial, se pusieron más o menos al día de sus vidas, habían pasado uno o dos años desde la última vez que coincidieron. ÉL comentó que trabajaba ayudando a seres vivos, no diré si eran humanos o no, pobres seres...¿ayudarles? ¿a qué?....a caer...no podía ser cierto...pero sí, lo era.
Resulta que estaba muy bien, muy contento...muy de todo...se había librado de nosotros y nosotros de él, así que todos ganábamos...pero que va, aún le faltaba la estocada final...que no se nos olvide, Darth Vader bueno, lo que se dice bueno, creo que no es, ¿no?.
ÉL, le dijo a Lionel:
- ¿Te acuerdas que te di una camiseta de baloncesto? Pues quiero que me la devuelvas.
Lionel se quedó a cuadros...La historia de la camiseta es la siguiente. Tanto Lionel como ÉL jugaban a baloncesto, y ÉL un día le REGALÓ, repito REGALÓ una camiseta de baloncesto a Lionel, no era nueva, ni bonita ni nada de nada...era una camiseta de lo más normal, una camiseta vieja de baloncesto, que le regaló para que jugase. (Ha quedado claro que se la regaló, ¿no?).
Como era un regalo, cuando nos fuimos del piso, la camiseta se vino con Lionel, normal, era suya ahora. También os digo una cosa, Lionel tenía la camiseta aún, pero perfectamente podía haber estado tirada en la basura, era la típica camiseta que se deja al final del armario y que nadie recuerda que está ahí, así que ese era el uso actual de la misma.

Después de buscar y rebuscar, encontró la camiseta y otro día, en el autobús, se la devolvió. Según mi humilde opinión, le faltó entregarle una nota con la camiseta: “Santa Rita Rita, lo que se da no se quita”.
Para qué iba a querer ese zarrio de camiseta...sólo por molestar...no voy a definir esta acción ni a este ser...después de tantos fascículos, más o menos, todo el mundo se hace una idea.
Tras de este incidente, por llamarlo de alguna manera, Lionel hacía todo lo posible para no encontrárselo en el autobús, utilizaban el mismo para ir a sus respectivos trabajos.
De momento, no hemos vuelto a verlo y esperemos que siga así...o no, tendría otro fascículo para poder contaros alguna historia más de este personaje, que, aunque parezca mentira es real....o no...
Sheila(Six)


Zarrio: pingajo, harapo.

lunes, 13 de febrero de 2012

San Valen...tín,tín,tín....

San Valen...tín, tín, tín....

Mañana es San Valentín, 14 de Febrero el día de los enamorados...bueno, en teoría.
Yo cuando oigo “San Valentín”, el “tín” del final de la palabra se repite igual que el eco en mi cabeza y me recuerda al sonido que hacen las monedas cuando van cayendo una encima de otra...más que a amor me suena a dinero.
El 14 de Febrero, día en el que algún que otro comercio hace su agosto en pleno invierno. No es que me parezca mal, ni regular, ni bien, me da bastante igual, pero me molesta que me bombardeen con mensajes que me incitan más a comprar o gastarme el dinero en algo para alguien a quien supuestamente quiero que en pasar el supuesto día en cuestión con esa persona y darle lo que el día realmente sugeriría el día, amor, cariño...la imaginación es libre...
Personalmente prefiero celebrar el día de los enamorados, todos los días, no sólo uno al año. Pero claro, como yo lo entiendo, no comprando a mi pareja con algo material, sino queriéndola, demostrándole lo que siento por ella, decirle un “Te quiero”...
Para regalarle algo material no necesito un día señalado del año, puede ser un 20 de Marzo “San Quiero”, un 17 de Agosto “San Me Apetece” o un 13 de Febrero “San Me Da La Gana”.
Actualmente no tengo pareja, ni perro que me ladre y por ello muchos pensarán que mi forma de ver el 14 de Febrero de esta manera es por ese motivo...la verdad es que no, siempre he pensado así y seguiré haciéndolo. No es una cuestión de estado civil, sino personal.
Eso sí, yo respeto a toda aquella persona que lo celebre, otra cosa es que lo comparta. Por ello mañana no voy a ir cantando “Las flechas del Amor” de Karina ni “Hoy es el día de los enamorados”...lo que sí haré es ir a trabajar con la banda sonora habitual de las calles de Zaragoza y me iré a celebrar con una amiga “San Quiero una buena merienda”...¿Por qué?...Porque nos San Apetece y San Nos Da La Gana...
Sheila(Six)

sábado, 11 de febrero de 2012

Mi primera vez....

Mi primera vez....en un restaurante japonés.

¿Qué os pensabais...?
Sí, hace pocos días fui por vez primera a un restaurante japonés. Cuesta creer que alguien que es un poco, sólo un poco, friki y a mucha honra, no haya estado antes en uno, pero es la verdad.
He estado en restaurantes chinos, orientales y en algún Wok también, pero en un restaurante japonés “tradicional” no.
Llamo “restaurante japonés tradicional” a aquel restaurante en el que te sientas alrededor de una plancha y es donde cocinan delante de ti, haciendo auténticas virguerías, con los alimentos que vas a comer.
Bueno, al que yo fui era de estos. Me invitaron unos amigos y nada, allí que fuimos los cuatro.
Nada más llegar nos atendió una chica muy simpática y nos acercó a la mesa-plancha(como os he dicho antes, plancha donde cocinan delante del comensal). Todos nos sentamos como quisimos y yo, decidí ponerme en la esquina de la mesa, ¿por qué?...y porque no...para aquellos principiantes en restaurantes japoneses...las esquinas no, ya veréis ya...
En las sillas había unos kimonos que también nos pusimos, y la verdad es que es muy recomendable ya que evita que te manches. ¿Favorecedores?...no se que deciros...una tela roja con estampado de flores de diversos colores...para las chicas los veo más o menos bien, y para los chicos...se les ve un poco “fiesta, fiesta y pluma pluma...(Canción Dragostea...versión Morancos)”, en resumen...según gustos. Lo que sí favorecen los kimonos son los ataques de risa cuando todos nos vemos de esa guisa...¡ah! Y disimulan barriga...
Nos sentamos y yo pensaba encontrarme con un gran obstáculo...LOS PALILLOS...pero no lo fueron tanto...Los dueños del restaurante han visto el grado de inutilidad a la hora de utilizar los palillos de muchos de los que van a comer allí(yo la primera), que han optado por hacer un “pequeño truco” con una goma(de estas elásticas color carne...las que se conocen desde que el hombre es hombre) y un papel doblado. Bueno, una maravilla. Tengo que reconocer que al principio tuve algunos pequeños problemas de logística...sobretodo para coger unos trozos de calabacín, no había manera...pero cuando llegué al arroz...ya era toda una maestra...sensei para ser más exactos.
He dicho arroz, ¿verdad?...el arroz...que maravillosa preparación...arroz frito, así que hay que usar la plancha. Para realizar este plato, mientras nosotros cuatro mirábamos embobados como si fuera una película de acción la elaboración del plato, el habilidoso cocinero hizo dos tortillas francesas en la plancha, con la primera hizo una especie de rollito alargado y estrecho y la reservó a un lado de la plancha(yo me preguntaba el por qué...) y con la otra la picó con las dos espátulas y la mezcló con el arroz, las verduras...
De repente, me doy cuenta de que mi amigo “el anfitrión”(nos invitó a comer él), me señala y como estaba la camarera al lado y me sirvió agua supuse que era eso...supuse mal... cuando giro la cabeza y dejo de mirar la copa de agua, me encuentro con la mirada del cocinero, la tortilla enrollada mirándome con ojos raros y con una media sonrisa(sí, es lo que sentí...no diré que lo viera) y las espátulas a punto de tocar un concierto...y me dice “el anfitrión” que tengo que abrir la boca y coger al vuelo, con la boca los trozos de tortilla que me va a lanzar el cocinero....¡qué!¿qué?...no se que me entró por el cuerpo...miedo escénico creo que fue o complejo de rana y no se si el cocinero me vio blanca, o verde rana, pero me hizo caso y se lo lanzó a los demás...¡lo que me pude reír!, el único que cogió el trozo a la primera fue “el anfitrión”...conmigo se hubieran quedado sin tortilla, ni huevos, las gallinas se hubieran aburrido de poner huevos...pero bueno, es algo que, de momento, no sabremos seguro.
Lo que sí es seguro, es que, el que se pone en la esquina, es el que tiene que coger la tortilla con la boca(más tarde me lo dijeron). Así que los que tengáis el don de la inoportunidad como yo(nada más sentarme en la esquina ya se frotaban las manos...jajaja) y mucho sentido del ridículo o complejo de rana, camaleón o similar...no os sentéis en la esquina de una mesa-plancha de restaurante japonés...o sí.
Sheila(Six)







miércoles, 8 de febrero de 2012

Compañeros de piso/Parte XIII

Penúltimo fascículo: el reencuentro
Los últimos meses de convivencia en el piso fueron muy buenos, no tuvimos ningún problema los tres compañeros que vivíamos normalmente en el piso, ÉL se dejó ver en muy contadas ocasiones.
Al final, Hans se fue porque acabó su erasmus y nos quedamos Lionel y yo en el piso, pero por poco tiempo, decidimos cambiarnos de piso, y también la dueña nos dijo que quería alquilarlo a alguien de su familia...sea como fuere, nos cambiamos.
Lionel y yo seguimos compartiendo piso, pero uno donde no habita ÉL...a veces aparecen otro tipo de seres...vivos...creo.
Después de todos los problemas que tuvimos con ÉL, cuando ya habíamos superado todos los traumas que nos causó(es broma, ya venían de fábrica), realmente cuando ya no nos acordábamos de él para nada...empezamos a intuirlo...(no penséis que es un fantasma...ni que estamos locos...eso lo dejo a vuestra elección...).
Digo intuirlo porque nos parecía verlo en la calle de nuestro piso con la guitarra al hombro, pero no corroboramos que era él hasta que un día lo vimos frente a frente, y sí, como dice Bunbury...”bajamos la mirada, pues ya no queda nada de que hablar, nada”...no por nuestro amor, sino por todo lo contrario...
No dábamos crédito...Darth Vader no había desaparecido totalmente...
Un día, estando en la pizzería, ahí estaba ÉL...pero ¿por qué?, yo no tenía ese día ninguna gana de verle ese día, ni hablarle, ni nada...otra vez no... así que salió un compañero a la sala y le atendió(hoy se lamenta de no haberse fijado bien, después de leer todas nuestras vivencias juntos), le expliqué que había sido mi compañero de piso y que era largo de explicar...hoy ya lo va entendiendo...¿verdad?...jajaja
Pero este método de “sal en mi lugar” no siempre se puede utilizar, y ÉL volvió más días y me tocó atenderle en más de una ocasión, pero la primera vez, el reencuentro es el que importa.
Se quedó mirándome como si hubiera visto a un fantasma...la verdad que al principio fue una sensación muy rara...y ya, como si realmente le importara, me preguntó lo típico y yo le contesté lo típico...además de ofrecerle una amplia sonrisa y decirle todas las ofertas que teníamos ese día(estaba en el trabajo)...
Bueno, resulta que hasta para comprar pizza no es alguien normal...(por cierto, no pidáis pizza mitad de un sabor y mitad de otro...da mucha rabia...y hay que cocinar con amor, no con rabia)...no por los ingredientes, que también...iba con otro chico y a la hora de cobrar, creo que por venganza, quiso dejarme en ridículo, pero chaval...estás en mi terreno y tengo un super ordenador que me ayuda a sacar las cuentas...hasta en mi trabajo...que obsesión...
- Te he dado tanto y me tienes que devolver tanto.
- Ya te he devuelto tanto...y me habías dado tanto...haz bien la cuenta...
- Es verdad...(le costó reconocerlo...pero cayó)
Ganadora del partido....¡Yo misma!...no sólo por lo del dinero, sino que mi orgullo no se vio afectado y el resto de veces que vino todo fue como una seda...eso si, en cuanto veía aparecer su rata por la puerta... “ya está de vuelta La Amenaza Fantasma”
Sheila(Six)


Su rata: es la coleta de pelo enmarañado que solía llevar...no le llamo rata a ÉL...

lunes, 6 de febrero de 2012

Compañeros de piso/Parte XII

Fascículo décimo segundo: consecuencias
Las consecuencias fueron que desapareció del mapa, quien dice mapa dice piso. Cuando aún estaba Ana en el piso empezó a estar menos en él.
Ana se fue del piso, y vino Hans un chico alemán de erasmus. Así que nos quedamos en el piso Hans, Lionel, ÉL y yo.
Esta última temporada el piso realmente fue de tres personas, ya que ÉL dejó de venir, desapareció.
Muchas veces pensábamos que estaba en casa, nos parecía escuchar ruido en su habitación, pero nunca le veíamos.
Estuvimos durante aproximadamente unos tres meses teniendo esa sensación y no podía ser, porque ninguno de nosotros le habíamos visto.
Hasta que un día nos dimos cuenta de lo que pasaba...durante tres meses su equipo de música había estado encendiéndose todos los días. Ni estando fuera del piso dejaba de hacer alguna...
Por lo visto, tenía el equipo de música programado y todos los días se encendía, hasta que entramos en su guarida, y desenchufamos el equipo.
Volvíamos a la tranquilidad, y se hacía raro...¡me encanta lo raro!
Sheila(Six)

domingo, 5 de febrero de 2012

Compañeros de piso/Parte XI

Fascículo décimo primero: las broncas
Como habréis podido imaginar tuvimos más de una bronca, discusión...con ÉL. No os penséis que íbamos predispuestos a discutir con él, sino que todo empezaba como una charla de compañeros de piso para intentar mejorar la convivencia y al final acabábamos discutiendo, las últimas veces hubo hasta elevación del volumen de la voz...vamos, que gritábamos(yo la primera...pero no en mi pleno apogeo...)
En las primeras reuniones de compañeros(teníamos que haber llamado a algún terapeuta) estábamos las tres chicas y ÉL.
Hago un inciso...ÉL nunca, pero nunca se inmuta...me explico, es del grupo de las típicas personas que ha-blan-mo-no-to-na-men-te-y-sin-e-le-var-na-da-el-to-no-de-voz aunque le digas lo peor que le puedas decir...no reacciona...¡hasta el perro de Pávlov tenía respuestas frente a un estímulo!, ÉL no...¡eso sí!, como otra persona en la misma charla sea el perro de Pávlov, vamos, que reaccione ante lo reaccionable...(ahora lo entenderéis).
Lo que se solía comentar en esas charlas, era lo típico, cosas de la compra(que el papel higiénico, entre otras cosas, no se compra solo), intentábamos hacerle ver que aunque llevase ese ritmo de vida nocturno, dejara de ser Darth Vader & Chewbacca para ser simplemente...por ejemplo...ÉL...(dentro de lo malo, lo menos malo). Comentábamos el tema de la limpieza, que hay que usar un producto específico para cada cosa(todavía no existía el maravilloso producto “siliban”), fregar los cacharros...como he dicho al principio, lo típico.
En vista del éxito obtenido en las primeras charlas, con tonos de voz amabilísimos, haciendo yoga mental para ver de que manera decir las cosas para no ofender al señorito, y ayudadas por el paso del tiempo y si a eso le sumamos el tema de las lentillas, las charlas fueron subiendo de intensidad y se distanciaban más en el tiempo.
Una vez que vino Lionel y después del intento de complot(ÉL decía que estábamos locas...claro, porque reaccionamos y nos circula la sangre por las venas...), al poco tiempo de su llegada, cuando Lionel ya se percató de muchas de las cosas que ÉL hacía, incluido el ingreso en la UVI de la consola, lo de las basuras en los pomos de la puerta...tuvimos la gran y última bronca.
Recuerdo que empezamos a hablar en un tono y volumen normal, pero conforme avanzaba la charla nos íbamos encendiendo, en este caso voy a hablar por mí, a mí me hervía la sangre...
Un ejemplo de diálogo entre ÉL y yo:
- ÉL, no me parece normal que pongas las bolsas de la basura en los pomos de los armarios, teniendo un cubo para ello.
- Siempre que voy a echar basura al cubo está lleno y como no es mi basura no voy a quitarla y poner otra...
- Vamos a ver, si está lleno, haces como hacemos todos, cambias la bolsa y listo. Además, también tiras la basura en ese cubo...
- Bueno, para mi es más cómodo dejarlo en la puerta del armario.
- Y a mi me parece una cochinada dejar la basura en la puerta del armario de la cocina teniendo cubo, es más, me resulta de vagos el hecho de que no quieras cambiar la bolsa cuando todos lo hacemos, de vagos y de cerdos. (Aquí mi voz ya empezaba a subir de volumen y mi vena se comenzaba a poner a lo María Patiño)
- No me grites.
- No te estoy gritando, sabes que pasa, que tengo sangre en las venas no horchata como tú.
Este diálogo es un ejemplo light de lo que pasó en aquella última bronca...no hubo que llamar ni a los bomberos ni a la policía...la sangre no llegó al río. Sólo recuerdo que todos nos desahogamos porque le dijimos todo lo que pensábamos de ÉL, todo lo bueno(poco) y malo(cosillas que habéis podido ir comprobando). La verdad es que no me acuerdo del todo bien...sufrimos enajenación mental transitoria...igual iba a tener razón y (no es que estuviéramos locas...)nos volvió locas.
Claro, al final, la última bronca(al igual que la última cena), trajo consecuencias.
Sheila(Six)

jueves, 2 de febrero de 2012

Hora y cuarto esperando y no desesperando...

Llevo unos días sin escribir nada, no he tenido tiempo, he estado haciendo unos trabajos y me ha sido imposible, intentaré seguir con la saga Compañeros de piso hoy o mañana, pero ya no queda mucho...aviso a navegantes.
Bien, hoy por la tarde he tenido que ir al médico para coger unas recetas de mi "droja" para el crohn(más adelante os contaré mis andanzas y mi cambio de vida de un año y medio aproximadamente a la actualidad, todo relacionado con mi nueva acompañante de por vida, mi querida "enfermedad de crohn").
Todo normal, he salido corriendo de casa, no para entrar en calor por el frío siberiano de Zaragoza, sino para no llegar tarde a la cita con la médico....normalmente va retrasada, pero lo de hoy...1 HORA Y 15 MINUTOS de reloj, no de palabra, ni de exageración...madredelamorhermoso...pensaba que me consumía.
He llegado y nada más ir a la zona de mi doctora me lo he imaginado...demasiada gente esperando...todo el rato mirando las mismas caras, el reloj, sacaba el móvil, venía más gente, el reloj, las mismas caras y una nueva, un niño llorando, el móvil, el reloj, la enfermera sale preguntando por Fulanito y Perico el de los Palotes, la puerta de la médico no se abre...¿me he confundido de día?, no...
Para asegurarme de ello, consigo conectarme a internet con el móvil porque llega la red de la universidad y le pregunto a Lionel si era hoy cuando le dije que tenía la cita..."sí era hoy". De paso, miro el correo...nada interesante, facebook, tuenti....miro el reloj, sale un hombre de la consulta...siguiente...no soy yo...viene más gente, el niño vuelve a llorar, miro la hora..."media hora de retraso"....así hasta que ha pasado 1 hora y cuarto.
¡Al fin me toca!, entro a la consulta, me da las recetas y me dice que para la próxima vez puedo ir a la enfermera y no esperar tanto rato, que estaba con lo de la vacunación de la gripe.... al final, todo es culpa del frío siberiano...se podría quedar allí.
Sheila(Six)