miércoles, 8 de febrero de 2012

Compañeros de piso/Parte XIII

Penúltimo fascículo: el reencuentro
Los últimos meses de convivencia en el piso fueron muy buenos, no tuvimos ningún problema los tres compañeros que vivíamos normalmente en el piso, ÉL se dejó ver en muy contadas ocasiones.
Al final, Hans se fue porque acabó su erasmus y nos quedamos Lionel y yo en el piso, pero por poco tiempo, decidimos cambiarnos de piso, y también la dueña nos dijo que quería alquilarlo a alguien de su familia...sea como fuere, nos cambiamos.
Lionel y yo seguimos compartiendo piso, pero uno donde no habita ÉL...a veces aparecen otro tipo de seres...vivos...creo.
Después de todos los problemas que tuvimos con ÉL, cuando ya habíamos superado todos los traumas que nos causó(es broma, ya venían de fábrica), realmente cuando ya no nos acordábamos de él para nada...empezamos a intuirlo...(no penséis que es un fantasma...ni que estamos locos...eso lo dejo a vuestra elección...).
Digo intuirlo porque nos parecía verlo en la calle de nuestro piso con la guitarra al hombro, pero no corroboramos que era él hasta que un día lo vimos frente a frente, y sí, como dice Bunbury...”bajamos la mirada, pues ya no queda nada de que hablar, nada”...no por nuestro amor, sino por todo lo contrario...
No dábamos crédito...Darth Vader no había desaparecido totalmente...
Un día, estando en la pizzería, ahí estaba ÉL...pero ¿por qué?, yo no tenía ese día ninguna gana de verle ese día, ni hablarle, ni nada...otra vez no... así que salió un compañero a la sala y le atendió(hoy se lamenta de no haberse fijado bien, después de leer todas nuestras vivencias juntos), le expliqué que había sido mi compañero de piso y que era largo de explicar...hoy ya lo va entendiendo...¿verdad?...jajaja
Pero este método de “sal en mi lugar” no siempre se puede utilizar, y ÉL volvió más días y me tocó atenderle en más de una ocasión, pero la primera vez, el reencuentro es el que importa.
Se quedó mirándome como si hubiera visto a un fantasma...la verdad que al principio fue una sensación muy rara...y ya, como si realmente le importara, me preguntó lo típico y yo le contesté lo típico...además de ofrecerle una amplia sonrisa y decirle todas las ofertas que teníamos ese día(estaba en el trabajo)...
Bueno, resulta que hasta para comprar pizza no es alguien normal...(por cierto, no pidáis pizza mitad de un sabor y mitad de otro...da mucha rabia...y hay que cocinar con amor, no con rabia)...no por los ingredientes, que también...iba con otro chico y a la hora de cobrar, creo que por venganza, quiso dejarme en ridículo, pero chaval...estás en mi terreno y tengo un super ordenador que me ayuda a sacar las cuentas...hasta en mi trabajo...que obsesión...
- Te he dado tanto y me tienes que devolver tanto.
- Ya te he devuelto tanto...y me habías dado tanto...haz bien la cuenta...
- Es verdad...(le costó reconocerlo...pero cayó)
Ganadora del partido....¡Yo misma!...no sólo por lo del dinero, sino que mi orgullo no se vio afectado y el resto de veces que vino todo fue como una seda...eso si, en cuanto veía aparecer su rata por la puerta... “ya está de vuelta La Amenaza Fantasma”
Sheila(Six)


Su rata: es la coleta de pelo enmarañado que solía llevar...no le llamo rata a ÉL...

2 comentarios:

Hornero dijo...

Pues si que se lamenta ese chico de no haberse fijado bien.... Lo de las pizzas mitad y mitad, fíjate cuando sólo una pizza mitad-mitad hace salir un ticket tan largo como tu.....

Anónimo dijo...

Ya he visto que sigue, cuando se te acabe "El" espero que haya más.
Raro36