miércoles, 29 de febrero de 2012

Cita a ciegas/Parte II

Llegué como pude a la plaza que estaba al lado del bar y con pañuelos, medio arreglé el crimen, “mi cita” no tardaría en llegar...pasé de estar nerviosa a dolorida.
Transcurrieron unos minutos y ahí estaba él...si de normal soy blanca nuclear, en ese momento me volví transparente...cuando lo vi bajar del autobús no encontré un escondite a tiempo y no pude echar a correr porque mis pies estaban muertos matados (malditos zapatos asesinos...eran bonitos...también murieron), era como Fito Cabrales(Fito y los Fitipaldis), pero sin su encanto...seguro que Fito me hubiera dado mucha conversación y tendría cosas interesante que contar o cantar...
Entramos en el bar, nos sentamos en una mesa para dos...(miré a mi alrededor y estaba rodeada de parejitas...busqué la salida de emergencia...no había), nos tomamos una unidad de consumición...y la tensión se cortaba con cuchillo, hasta con un folio o incluso un hilo...que mal...unos silencios que parecían años...intentaba sacar temas de conversación y se quedaban en eso, en intentos...hablando en plata...una mierda.
Ese día, y en menos de media hora que llevábamos de cita, bendije al inventor del móvil, ya que me salvó la vida dos veces.
Una, cuando a “casi Fito” le llegó un mensaje y se tuvo que ir...se disculpó y todo eso, muy caballero, aunque no hacía falta...si hubiera tenido una tela roja, le hago una alfombra tipo a la de los Oscars y le indico el camino para salir del bar...hubiera salido elegantemente también.
Y la otra, cuando llamé a Silvia desesperada, no por la cita, sino para que me trajera tiritas y algo para limpiarme la sangre y poder llegar a casa.
Cuando llegó Silvia, me dio la especie de botiquín improvisado y se tuvo que ir a trabajar, pero se fue con pequeñas pinceladas de la cita.
Me curé como pude y llegué a casa también como pude...pasé a mi habitación y entre los nervios que había tenido esos días, toda la ropa que había encima de la cama(pruebas de estilismo), el dolor de pies y el desastre de cita, me empezó a temblar el labio y me puse a llorar como una niña...me desahogué y me quedé como nueva.
A los días de la cita, recibí un mensaje de móvil de “casi Fito”, pero no le contesté...¿para qué?
Al tiempo lo volví a ver...eran Pilares y estando en un concierto en el Paseo Independencia pasó a dos metros de nosotros...y ya, no he vuelto a saber nada más de él.
Así que, citas a ciegas....en mi caso...una y no más....
Sheila(Six)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si no lo leo, no lo creo.
Espero que las otras sean mejor.
Raro36