viernes, 17 de febrero de 2012

Compañeros de piso/Parte XIV

Último fascículo: lo que se da no se quita Santa Rita Rita.
Habéis leído bien, aquí os dejo la última entrega de “Compañeros de Piso”. En el anterior fascículo os conté mi reencuentro con ÉL, pero no fui la única que tuvo esa suerte...también fue afortunado Lionel.
Todo parecía apuntar que iba a ser un día como cualquier otro, el sol brillaba, los pájaros cantaban, Lionel subía en el autobús urbano para ir a trabajar y de repente.... “shhhhhhhhshhhhhhhhhhhhhLioneelllll”....ahí estaba ÉL, nuestro Darth Vader particular en persona.
Lionel no tenía escapatoria, no le dio tiempo de preparar una escusa para no saludarle al estilo “soyfamosohabloporelmóvilnotengotiempoparati”, ni disimular como que no le había visto ni oído...esa “rata” (mata de pelo enmarañada a modo de coleta...que no ÉL) es reconocible a 100 kilómetro a la redonda y esa respiración....no se olvida fácilmente.
Empezaron una conversación cordial, se pusieron más o menos al día de sus vidas, habían pasado uno o dos años desde la última vez que coincidieron. ÉL comentó que trabajaba ayudando a seres vivos, no diré si eran humanos o no, pobres seres...¿ayudarles? ¿a qué?....a caer...no podía ser cierto...pero sí, lo era.
Resulta que estaba muy bien, muy contento...muy de todo...se había librado de nosotros y nosotros de él, así que todos ganábamos...pero que va, aún le faltaba la estocada final...que no se nos olvide, Darth Vader bueno, lo que se dice bueno, creo que no es, ¿no?.
ÉL, le dijo a Lionel:
- ¿Te acuerdas que te di una camiseta de baloncesto? Pues quiero que me la devuelvas.
Lionel se quedó a cuadros...La historia de la camiseta es la siguiente. Tanto Lionel como ÉL jugaban a baloncesto, y ÉL un día le REGALÓ, repito REGALÓ una camiseta de baloncesto a Lionel, no era nueva, ni bonita ni nada de nada...era una camiseta de lo más normal, una camiseta vieja de baloncesto, que le regaló para que jugase. (Ha quedado claro que se la regaló, ¿no?).
Como era un regalo, cuando nos fuimos del piso, la camiseta se vino con Lionel, normal, era suya ahora. También os digo una cosa, Lionel tenía la camiseta aún, pero perfectamente podía haber estado tirada en la basura, era la típica camiseta que se deja al final del armario y que nadie recuerda que está ahí, así que ese era el uso actual de la misma.

Después de buscar y rebuscar, encontró la camiseta y otro día, en el autobús, se la devolvió. Según mi humilde opinión, le faltó entregarle una nota con la camiseta: “Santa Rita Rita, lo que se da no se quita”.
Para qué iba a querer ese zarrio de camiseta...sólo por molestar...no voy a definir esta acción ni a este ser...después de tantos fascículos, más o menos, todo el mundo se hace una idea.
Tras de este incidente, por llamarlo de alguna manera, Lionel hacía todo lo posible para no encontrárselo en el autobús, utilizaban el mismo para ir a sus respectivos trabajos.
De momento, no hemos vuelto a verlo y esperemos que siga así...o no, tendría otro fascículo para poder contaros alguna historia más de este personaje, que, aunque parezca mentira es real....o no...
Sheila(Six)


Zarrio: pingajo, harapo.

2 comentarios:

Diego Carrizo dijo...

jajaja, me acuerdo de ese episodio, por ese entonces yo era ya un inquilino mas en el piso nuevo vuestro(Lionel y tu) jajaja, pues esperemos no haga aparición en escena o sea corta para poder contar algo, jajaja, lo justo para ello!!

Anónimo dijo...

Mare mía.

Raro36