lunes, 15 de septiembre de 2014

Personabot

Y ahora es cuando te dices, hay que olvidarse de todo, empezar de cero y fingir que nada ha pasado, que todo lo vivido no fue real, pero, si te paras a pensar ves que si fue real aunque duela, y aún así decides convertirte en una especie de máquina u ordenador con capacidad de formateo, sabiendo o creyendo saber que si no existió no duele, aunque duela.
Todo sería mucho más fácil si tuviésemos un botón de on-off, una tecla de eliminar, nuestra propia papelera de reciclaje, pero de verdad, no de esas papeleras que dejan ese resquemor y restos del naufragio. 
Nuestra salud mental, espiritual, blablabal...sería óptima, pero por mucho que nos esforcemos, no somos máquinas, sino personas de carne y hueso, muy a mi pesar, en ocasiones.
Otra cosa es que haya personas que tengan la capacidad de ser más cyborgs que otras, yo me pido la vez, y si hay algún experimento de nanobots, también me apunto.
Pero bueno, de momento nos quedaremos con la armadura propia del medievo, que aunque no se resetea, ni formatea, protege que te cagas.
Mi personabot.

No hay comentarios: